octubre 29, 2007

Obreros con voto: Más allá del quince y último

Guillermo Useche es tesista de la Escuela de Filosofía de la UCV. Además, es Representante estudiantil al Consejo de Facultad de Humanidades y Educación. En esta oportunidad nos envía un texto donde habla acerca del Artículo 109 de la Reforma Constitucional, específicamente de la figura del obrero ahora como parte de la Comunidad Universitaria y por lo tanto con derecho a voto en los procesos electorales internos. Un texto cargado de ironía que nos invita a reflexionar. Un texto que no necesariamente representa la opinión de ProMedio sobre el tema, pero que igual publicamos para discutir. El título del texto es nuestro, puesto que Guillermo lo envió sin título. Ya saben lo que tienen que hacer: Leer, opinar y divulgar. Generemos discusión de nuevo.
Y recuerda que tú también puedes enviar tu colaboración al correo promedio.ecs@gmail.com

El voto 1x1 dentro de las universidades ha sido la bandera de lucha que más veces ha sido levantada por movimientos estudiantiles de distintas épocas. La petición consiste en elevar el porcentaje de valor del voto de un estudiante con respecto al de un profesor -que en la actualidad ciertamente es irrisorio- hasta niveles equivalentes. En ocasiones álgidas de lucha la exigencia rebasa a los estudiantes y se extiende hasta el personal obrero y administrativo, a quienes hasta ahora no les es permitido por ley, la elección directa de las autoridades universitarias.

Las características de este momento son, precisamente, las últimas. En un artículo que pretende introducir la Asamblea Nacional en la propuesta de Reforma Constitucional se establece el voto igualitario para todos aquellos q hacemos vida dentro de los espacios de la Universidad. No es el objetivo de este escrito abordar la discusión del voto 1x1 de los estudiantes sino únicamente al derecho a voto q la A.N. pretende adjudicar a empleados y obreros mediante esta reforma.

La ley de universidades establece que los miembros de la comunidad universitaria son los estudiantes y los profesores. Esa es la razón legal del porqué los obreros y empleados no votan en las elecciones de las autoridades en las casas de estudio. Sin embargo, más allá del ámbito legal que -ha sido demostrado- puede cambiar gracias a la voluntad de los que se encuentran en el poder, hay un hecho que difícilmente será afectado: el acto académico sólo se genera entre alumnos y profesores. He aquí el origen del espíritu de la ley. La academia, su esencia, se encuentra en la construcción del conocimiento, proceso que es compartido por profesores y estudiantes y en el cual los obreros y empleados tienen funciones de facilitación diversas e importantes pero nunca indispensables. La universidad ni siquiera es, en última instancia, el espacio físico en que se lleva acabo la elaboración del conocimiento sino el proceso en sí.

Los argumentos esgrimidos para justificar el voto de los empleados y obreros son variados Pero no abundantes. Es usual que se pretenda equiparar la votación que se lleva acabo en las universidades con las efectuadas fuera de ellas. En las elecciones presidenciales votan profesionales, obreros, estudiantes, mendigos y funcionarios públicos en igualdad de condiciones pero también diferenciados por un único e ineludible criterio: el de ser ciudadanos. Hay habitantes del territorio nacional que son excluidos de dichas votaciones por no cumplir con dicho requisito. Igualmente pasa en las universidades sólo que en vez de llamar ciudadanos a los electores, se les llama universitarios.

Decir que existe exclusión por el hecho de hacer cumplir este requisito es equivalente a decir que existe exclusión cuando se le impide a un ciudadano extranjero votar en nuestras elecciones presidenciales. Igualmente es común escuchar que los empleados y obreros son afectados por las decisiones tomadas por el rector de turno y que, debido a esto, es necesario que su voz se escuche en las elecciones de autoridades. Quienes levantan la voz para hacerse eco del mencionado argumento olvidan que los empleados y obreros tienen autoridades sindicales que son electas por ellos para que sus peticiones lleguen a oídos de las autoridades universitarias. Son ellos, los dirigentes sindicales, quienes deben representar el papel para el cual se les designa. Son ellos, los dirigentes sindicales, quienes deben hacer la voz de los obreros y empleados así como son los representantes estudiantiles quienes deben hacer valer la voz de los estudiantes.

El resto de las motivaciones, y estas aún un tanto, no obedecen sino la práctica de un populismo que esconde en su seno intenciones distintas a querer reivindicar un derecho de excluidos sociales. Juegan con el sentimiento del pueblo y convierten sus esperanzas en instrumentos de manipulación.

No deja de ser interesante plantearse un escenario igual pero desde nuestra perspectiva: Los estudiantes, ya que nuestras actividades se ven afectadas por las decisiones que toman los obreros y empleados, y cansados de la exclusión fascista a la que nos hemos visto sometidos durante años, y en nombre del poder estudiantil popular: ¡Exigimos tener voto 1x1 en las elecciones de los sindicatos de obreros y empleados de la universidad!

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Guillermo Useche Florez

5 comentarios:

Indiferencia dijo...

Es cierto lo que dices, obviamente eso forma parte de la estrategia del gobierno para poder hacerse con el control de los centros universitarios, es la única manera de hacerlo ya que tradicionalmente las comunidades universitarias son políticamente adversas a la corriente del gobierno de turno. Cuando manda la derecha, automáticamente las universidades se tiñen de tonos izquierdosos, cuando manda la izquierda - como es nuestro caso - automáticamente se inclinan hacia la derecha. Por lo tanto el gobierno usa su maquinaria creadora de leyes para ponerle coto a esa situación de forma legal. Una vez tengan el control de los centros universitarios podrán, de manera legal, acabar con la autonomía universitaria.

No podemos olvidar que uno de los últimos bastiones de poder que le queda a la oposición son precisamente las universidades y el gobierno sabe a ciencia cierta que si no los detiene pueden convertirse en una traba muy grande para él.

No pidan uno a uno en las elecciones sindicales, dejen eso para cuando se gradúen y estén en una empresa con sindicato y todo - si es que para ese momento aún existen esas agrupaciones -, por ahora hay que dedicarse a evitar por todas las maneras posibles ese atropeyo contra la universidad y sus actores.

ProMedio dijo...

Estimado Indiferencia:

Estamos de acuerdo contigo en que las universidades históricamente (y no solamente en Venezuela) han representado un cuerpo vivo fiscalizador de quienes detentan el poder.

El rol de las universidades cono centro de disidencia intelectual y oposición a las políticas de las élites gobernantes (recordemos que los que gobiernan siempre son una élite, indiferentemente de su ideología) le imprime vitalidad al cuerpo sociopolítico de una nación.

Al igual que tú, queremos que la UCV y otras casas de estudio sigan desempeñando ese rol. Esperemos que así sea !!! Saludos !!!

Yimmi Castillo dijo...

Personalmente no creo que sea una cuestión de "derechas" o "izquierdas". Simplemente la Universidad se basa en la práctica del pensamiento crítico, que si bien es un postulado surgido de la izquierda, no deja escapar ninguna postura crítica incluso cuando se asume como "autocrítica".
Aunque por otro lado yo dudo de las verdaderas posturas de izquierda del gobierno actual, pero eso es otro tema.

Indiferencia dijo...

Yimmi me acabas de dar una idea excelente para mi próximo artículo. Gracias por eso. Por cierto, el pensamiento crítico no nació con las tendencias izquierdistas, es algo inherente al ser humano, quizás la conceptualización de ese hecho sí, pero el hecho como tal no. Es más, el emitir juicios de valor contra todo lo que nos rodea y hacia nosotros mismos es algo tan normal como respirar, comer o dormir. Es más, esa capacidad es justamente lo que ha permitido a la raza humana evolucionar intelectualmente y por consiguiente ser lo que somos, lo bueno y lo malo. Saludos.

Anónimo dijo...

O votamos todos o no vota nadie...
Que vaina es esa de que los empleados y obreros no somos universitarios en la misma medida en que los extranjeros no son ciudadanos?
Obviamente, eres parte del problema y no de la solución... Definitivamente por pensamientos fascistas, elitescos y antidemocráticos como el tuyo es que no volverán a gobernar NUNCA JAMAS.