enero 08, 2010

Cárceles 2000–2009 ¿Una década perdida?

En esta oportunidad les presentamos este artículo escrito por el abogado Carlos Nieto Palma, activista por los DDHH de las personas privadas de libertad y merecedor de la Orden Luis María Olaso S.J. a la defensa y promoción de los DDHH otorgada por el Cabildo Metropolitano. Carlos Nieto nos trae su balance sobre el sistema penitenciario venezolano tras cumplirse una década bajo el mando del presidente Hugo Chávez Frías.
Les invitamos a leer y discutir, y a enviar sus propios textos a promedio.ecs@gmail.com

Cuando a finales de marzo de 1999 fui invitado por el entonces recién juramentado Presidente de la República Hugo Chávez Frías, a una visita que realizaría al Centro Penitenciario Metropolitano “Yare I” donde había estado durante un tiempo recluido, para reafirmar su compromiso con la transformación penitenciaria, pensé que estaba comenzando a cumplir el sueño de muchos años de llevar dignidad y respeto a los derechos humanos en nuestros recintos carcelarios.

Inmediatamente vino la Asamblea Nacional Constituyente y el más reconocido penitenciarista venezolano y mi maestro, Elio Gómez Grillo, fue electo como miembro y Presidente de la Comisión de Administración de Justicia, impulsando desde allí la inclusión en la Constitución de la República el articulo 272, que le daba forma y vida al nuevo penitenciarismo del país, lo que aunado a la entrada en vigencia del Código Orgánico Procesal Penal en julio del mismo año daba una nueva dimensión al sistema de justicia penal ya que se creaba la novísima figura de los Jueces de Ejecución Penal, los cuales tienen como función principal la vigilancia y el respeto de los derechos humanos en Venezuela. El sueño comenzaba.

Conocer el contenido del artículo 272 de nuestra Carta Magna es fundamental para comprender la magnitud del problema o la ineficiencia para solucionarlo. Allí se establecen 10 puntos esenciales: a) Sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna; b) Respeto a los derechos humanos; c) Espacios para el trabajo, el deporte y la recreación; d) Dirigidas por autoridades profesionales con credenciales académicas suficientes; e) Administración descentralizada a cargo de los gobiernos estadales o municipales; f) Pueden ser sometidas a modalidades de privatización; g) Se preferirá el régimen abierto y el carácter de colonias agrícolas penitenciarias; h) En general se aplicaran las formulas de cumplimiento de pena con preferencia a las penas de naturaleza reclusoria; i) Se crearan las instituciones indispensables para la asistencia pospenitenciaria; y j) Creación de un ente autónomo de carácter técnico para regir las políticas penitenciarias del Estado.

Han transcurrido diez años de haber imaginado la transformación penitenciaria en Venezuela, de soñar con una vida digna a los hombres y mujeres privados de su libertad que maestros como Gómez Grillo, el padre Olaso y otros me enseñaron: lograr la reeducación de los que están encarcelados y reinsertarlos de nuevo en la sociedad. Debo confesar que han sido 10 años perdidos luchando frente a un Estado que a través de sus instituciones, llámense Ministerio de Interiores y Justicia, Poder Judicial, Ministerio Publico o Defensoría del Pueblo han demostrado una alta incapacidad, impericia y negligencia en hacer su trabajo. Que a pesar de los miles de proyectos, “Planes de Humanización” y promesas (¿O mentiras?), nos han ofrecido las cárceles por años imaginadas. Hoy vemos con dolor como se han burlado de todos los que alguna vez pensamos que el inicio del nuevo milenio seria el regreso de la dignidad a nuestros recintos penitenciarios.

El balance de la década: 34 recintos carcelarios, solo 2 nuevos de los mas de 15 ofrecidos, aproximadamente 30 mil reclusos, unos 14 mil mas que en 1999; 3.664 muertos víctimas de la violencia intra - carcelaria entre el 2000 – 2008 y 11.401 heridas según cifras del Observatorio Venezolano de Prisiones. Falta el 2009 por sumar, infinidades de huelgas, retenciones de familiares e infinidad de conflictos que convierten a las cárceles venezolanas en las peores y mas violentas del continente Americano y del mundo, sumando una figura que creíamos execrada en nuestro país: los “presos políticos”, cada día en aumento.

Sin embargo la lucha sigue, el sueño no se ha terminado, sé que algún día veremos la verdadera transformación del sistema penitenciario, que no hemos arado en la arena y que la dignidad, la justicia y el verdadero respeto a los derechos humanos serán el norte de nuestras cárceles, cada día lo veo mas cerca y espero que con el apoyo y la ayuda de todos juntos gritemos ¡Triunfamos!

Carlos Albreto Nieto Palma
Abogado. Activista por los DDHH de las personas privadas de libertad
ventanaalalibertad@gmail.com
Twitter: @cnietopalma

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