noviembre 12, 2007

Escenarios políticos, cuatro visiones

El presente post es producto de la discusión que tuve con yimmi en otro threather de la gente de ProMedio, por eso decidí escribir estas líneas.

Según está el panorama hay al menos cuatro posturas dentro del marco de la oposición venezolana: La primera de ellas es ir a votar, con eso se intentaría vencer al gobierno desde la cortina electoral, esta opción es respaldada por gran parte del país, claro está, con el temor al fraude electoral que ello supone. La segunda es abstenerse a participar por miedo a ratificar al gobierno y al proceso, con el miedo de que gane el sí por abstención. La tercera vía, la que proponen los estudiantes es la de alargar el proceso por falta de información, lo cual es lo mismo que estar abiertos al proceso electoral e ir a votar, sólo que un poco más tarde. La cuarta posibilidad es desconocer el proceso y llamar a rebelión popular, con el temor de que el gobierno, con su sabio aparato propagandístico, satanice dicha postura y termine por aniquilarla por ser “oligarca e imperialista”.

Desde un punto de vista del análisis político, parece difícil vencer al gobierno. Ir a votar es casi lo mismo que no ir a votar, pues en última instancia el CNE no es confiable. No obstante, parece que no tenemos otra arma para defendernos contra el atropello constitucional que supone la reforma. Por otro lado, la reforma constitucional en sí misma es un fraude, ir a votar significa darle fundamento jurídico al fraude. La pregunta es: ¿apoyamos un fraude o lo desconocemos por ser tal? Difícil es la respuesta, si no luchamos ahorita con todo lo que tengamos en nuestras manos, nos van a robar el país.

Quizá, lo más sabio sea ir a votar por el NO y esperar que el CNE sea justo y parcial, y, luego, si eso falla, lanzarnos a las calles en desobediencia civil, mas, en ese punto del decantar histórico ya habrá sido aprobada y ratificada por votos la constitución, lo que supone que ya el gobierno habrá ganado. Llamar a una extensión de tiempo como lo piden los estudiantes, como lo afirmo más arriba, es exactamente lo mismo que ir a votar. Por lo tanto, el voto no es respuesta, pues si el CNE no es justo, lo cual parece evidente, todo se habrá perdido. Además, la abstención no es un camino porque con ello tan sólo lograremos que se apruebe la constitución con minoría. La tercera vía es idéntica a la primera, en consecuencia no es opción. En conclusión, parece haber sólo un camino, desobediencia civil, todos a la calle, aunque eso suponga enfrentarse al aparato mediático del gobierno y a la satanización.

Quisiera agregar algo más: ¿qué sucede si el país decide, por mayoría, aprobar la constitución? Ese es un quinto escenario, el que reza: el país, al menos en su bloque más grueso, decide vivir bajo un régimen autoritario. ¿Es acaso libre el ser humano de elegir el privarse a sí mismo de la libertad? Pues, parece que si el pueblo decide votar SÍ a la reforma, no debería existir poder alguno que pueda socavar dicha autoridad, ya que el poder constituyente reside en el soberano. Yo les respondo con unas sabias palabras de nuestro libertador, ese que tanto citan los partidarios del gobierno, a veces es necesario “…hacer por la fuerza, libres a los pueblos estúpidos que desconocen el valor de sus derechos” (Bolívar, Manifiesto de Cartagena, 15 de diciembre de 1812), es decir, aunque un pueblo estúpido desee vivir en opresión, éste no tiene el derecho de privarse de su propia libertad. No a la reforma, aunque el estúpido pueblo así lo quiera, eso diría Bolívar.

Lo que se puede recoger de éste breve análisis es que estamos en un callejón que parece sin salida. Sueno un tanto desesperanzado, pero cómo no estarlo frente al momento histórico que vivimos. ¿Tú, qué piensas?

Wolram

De 8 a 6 ¿Ignorancia o Manipulación?

Para el Ministro del Poder Popular para el Trabajo es la panacea de las reivindicaciones laborales.

Para los diputados es la viva expresión del poder obrero.

Para el Presidente es el signo inequívoco de que esta revolución, además de bolivariana, es marxista.

En definitiva, la disminución de la jornada laboral, para el gobierno todo, "es el camino a la eliminación de la explotación del hombre por el hombre". Mucho se ha hablado acerca de lo que significa la aplicación de la medida respecto a días laborables, disposición del tiempo libre y aumento del índice inflacionario, pero poco acerca de si se logra lo que, de palabra, se pretende.

Cuando hablamos de "explotación del hombre por el hombre" nos referimos a la apropiación que hace una persona del valor producido por el trabajo de otra. Es decir, es explotado aquel que no disfruta de la plusvalía producto de su trabajo, aquel cuyo esfuerzo sirve para enriquecer a otro. Siendo así, la reducción de las horas de trabajo apunta, o al menos eso debería, a entregar a cada quien lo que es suyo, a que cada uno tenga acceso al valor agregado que su trabajo produce; pero ¿pasa realmente eso?

Veamos. Un empresario posee una fábrica de pelotas que funciona 24 horas al día. En ella laboran 3 empleados en turnos distintos de 8 horas cada uno. Con la entrada en vigencia de la Reforma, su turno se vería reducido en 2 horas diarias, un beneficio para todos que tendría su clímax social en la reducción del desempleo pues la empresa necesitaría de un cuarto empleado para cubrir las 6 horas vacantes. Hasta aquí, ninguna objeción. Sin embargo surge una pregunta: si no va a aumentar la inflación – tal y como afirma el gobierno – y, por lo tanto, no se puede aumentar el precio de la mercancía, ¿de dónde provendrá el dinero para cubrir el sueldo de un nuevo empleado? La respuesta: de un aumento de la producción; más pelotas al mismo precio.

Ahora bien, tenemos entonces a un empleado que labora menos tiempo, produce más y, si sostenemos la tesis de inflación nula, gana exactamente lo mismo. En términos marxistas: el obrero aumenta su plusvalía pero no tiene acceso a ella. El aumento de capital que él genera, mediante su trabajo, queda en manos del empresario. La consecuencia: un incremento en la explotación.

Medidas como esta son comúnmente adoptadas por empresas en países del mundo donde existe poca o ninguna protección hacia los trabajadores o en aquellos donde la presencia obrera organizada no tiene la fuerza o el conocimiento para impedirlas. Se ha demostrado, en estos escenarios, que el resultado final es una incidencia perjudicial en el bienestar del trabajador pues los compromisos de la empresa hacia ellos sólo se ven disminuidos.

Marx advirtió acerca de estas consecuencias hace más de 150 años. Si bien sus categorías continúan vigentes en tanto son críticas al capitalismo, las acciones a tomar nunca fueron consideradas por él como una receta infalible. Recomendó que sus medidas fueran estudiadas y aplicadas tomando en cuenta la realidad concreta de cada país, en cada época. La lectura incuestionable y rígida de sus principios no resultará jamás en un éxito pues, en sus propias palabras, las condiciones materiales bajo las cuales sus escritos se llevaron a cabo cambiaron en los 10 años siguientes y sólo atribuía a sus documentos –incluyendo el Manifiesto Comunista -el rol de referencia histórica.

Lo anterior no debería extrañarnos; después de todo, esta revolución no parece ser tan marxista.

Guillermo Useche Florez

noviembre 07, 2007

Hoy... 07Nov07

Estamos reunidos en casa de Ricardo (miembro de ProMedio), hoy, 7 de noviembre a las 08:02 p.m. De fondo está el Ministro Pedro Carreño en cadena nacional dejando "clara la posición del Estado". Como es de esperarse está diciendo mentiras.

Es preocupante que la posición del Estado sea esa. Lo que hoy vivimos en las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela fue algo nefasto. Y no fue mediático, ministro Carreño. Debería alejarse un poco de sus treinta guardaespaldas, a ver que tan mediáticas son la inseguridad y la violencia.

Lo que hoy se vivió en la UCV es la muestra de que la división está llegando a niveles de los que difícilmente nos podamos recuperar. Agresiones mutuas, donde quién tira la piedra primero es algo que se difuminó ya en el tiempo y en el espacio.

Frank Calviño (Ex- Presidente del Centro de Estudiantes de Comunicación Social (CEECS) y actual candidato a la FCU) fue agredido por grupos armados de la Escuela de Trabajo Social (ETS), obligado a quitarse la ropa y herido. Recibió varios peñonazos en su rostro desprendiéndole parcialmente la oreja derecha. La respuesta de los marchistas fue mucho menos inteligente. Sometieron a los agresores y los encerraron en la ETS para luego intentar quemar la Escuela. Cabe destacar que los que intentaron quemar la Escuela fueron en su mayoría estudiantes de los institutos privados. Es lógico, ningún ucevista dañaría su Universidad.

Luego llegaron las bandas armadas montadas en motocicletas y disparando a matar.
Carlos Julio (Candidato a la Presidencia del CEECS y su actual Secretario General), quién en ese momento estaba intentando disuadir a los que pretendían quemar la ETS, estuvo a punto de ser asesinado.

A pesar de nuestras diferencias, manifestamos nuestra solidaridad y respeto a Carlos, Frank, y todos los compañeros que tuvieron que enfrentarse con la irracionalidad y el odio disfrazados de humanidad y "compromiso revolucionario y patriótico".

Hasta esta hora el saldo es de 9 heridos recluídos en Hospital Clínico Universitario, algunos heridos de bala, otros heridos de peñonazos y otro tanto asfixiados por las bombas lacrimógenas.
Pero la cosa no se queda allí... hasta el clínico fueron a buscar a Carlos a punta de disparos. En estos momentos Carlos Julio está escondido porque simplemente se la juraron.

¿Es esto el resultado que queríamos con el "Movimiento Estudiantil"? ¿Merecen estos malandros de Trabajo Social ser llamados estudiantes? ¿Merecen siquiera ser llamados Chavistas? NO... nosotros conocemos MUCHOS Chavistas que no tienen ese espíritu violento ni los impulsa el odio.

¿Es este el resultado del discurso de Chávez el domingo pasado? ¿Cuál fue el plan para no parecer "débiles"? ¿No hacer nada con los cuerpos de seguridad, y soltar a los simios descerebrados a hacer el trabajo sucio...perdón, "social"?

Nosotros no sabemos muchas cosas, pero sí sabemos que el rol de un Presidente no es incitar a que sus gobernados se maten. Señor Chávez, tiene ocho años en esto, pero de responsabilidad y civismo no ha aprendido nada. ¿Tal vez para el 2031?

¿Que va a pasar ahora? ¿Nos vamos a quemar las Escuelas mutuamente?
Esta vez no hubo muertos, pero ¿y mañana?

La marcha de hoy hasta el TSJ transcurrió en paz, llegó a su término en paz. Pero, no podíamos irnos lisos, ¿verdad?

¿Cual es la solución? ¿Irnos del país? ¿Morir por la patria para que Globovisión ponga su lazito en la esquina de la pantalla y a los dos meses se olviden de ti? ¿Morir por la gloria y por la patria, mientras ministros y rectores beben whisky con el dinero de todos...o eso tampoco les suena?

Hoy es de esos días en los que ni siquiera provoca tener un blog que se llame ProMedio para mediar entre los extremos sociales. Hoy no provoca...

Saldo de Heridos - Director del Hospital Clínico Universitario


Declaración de Stalin González en las afueras del HCU


Declaraciones de Estudiante herido

octubre 31, 2007

CEECS: Estos son tus candidatos

En esta oportunidad, ProMedio les trae un par de entrevistas exclusivas a los candidatos a la presidencia del Centro de Estudiantes de la Escuela de Comunicación Social de la UCV.
Las entrevistas no han sido editadas para preservar su esencia. No nos gusta manipular la información ni seguir los malos ejemplos de los medios de información masivos.
Como siempre pueden hacer sus comentarios e incluso preguntas, eventualmente estaremos invitando a los candidatos a responder por esta misma vía sus inquietudes.
IMPORTANTE: Recuerden preservar las premisas de tolerancia, imparcialidad y respeto hacia la posición del otro en sus comentarios. Los comentarios extremadamente ofensivos serán borrados. Y en lo posible, traten de no ampararse en el anonimato para lanzar improperios.
Disfruten sus entrevistas.


Carlos Julio Rojas.
Candidato a la presidencia del CEECS por la plancha 100% Comunicación.
Actual Secretario General del CEECS.



Elisa Vásquez.
Candidata a la presidencia del CEECS por la plancha Gestión.
Estudiante de 5º semestre.

octubre 29, 2007

Obreros con voto: Más allá del quince y último

Guillermo Useche es tesista de la Escuela de Filosofía de la UCV. Además, es Representante estudiantil al Consejo de Facultad de Humanidades y Educación. En esta oportunidad nos envía un texto donde habla acerca del Artículo 109 de la Reforma Constitucional, específicamente de la figura del obrero ahora como parte de la Comunidad Universitaria y por lo tanto con derecho a voto en los procesos electorales internos. Un texto cargado de ironía que nos invita a reflexionar. Un texto que no necesariamente representa la opinión de ProMedio sobre el tema, pero que igual publicamos para discutir. El título del texto es nuestro, puesto que Guillermo lo envió sin título. Ya saben lo que tienen que hacer: Leer, opinar y divulgar. Generemos discusión de nuevo.
Y recuerda que tú también puedes enviar tu colaboración al correo promedio.ecs@gmail.com

El voto 1x1 dentro de las universidades ha sido la bandera de lucha que más veces ha sido levantada por movimientos estudiantiles de distintas épocas. La petición consiste en elevar el porcentaje de valor del voto de un estudiante con respecto al de un profesor -que en la actualidad ciertamente es irrisorio- hasta niveles equivalentes. En ocasiones álgidas de lucha la exigencia rebasa a los estudiantes y se extiende hasta el personal obrero y administrativo, a quienes hasta ahora no les es permitido por ley, la elección directa de las autoridades universitarias.

Las características de este momento son, precisamente, las últimas. En un artículo que pretende introducir la Asamblea Nacional en la propuesta de Reforma Constitucional se establece el voto igualitario para todos aquellos q hacemos vida dentro de los espacios de la Universidad. No es el objetivo de este escrito abordar la discusión del voto 1x1 de los estudiantes sino únicamente al derecho a voto q la A.N. pretende adjudicar a empleados y obreros mediante esta reforma.

La ley de universidades establece que los miembros de la comunidad universitaria son los estudiantes y los profesores. Esa es la razón legal del porqué los obreros y empleados no votan en las elecciones de las autoridades en las casas de estudio. Sin embargo, más allá del ámbito legal que -ha sido demostrado- puede cambiar gracias a la voluntad de los que se encuentran en el poder, hay un hecho que difícilmente será afectado: el acto académico sólo se genera entre alumnos y profesores. He aquí el origen del espíritu de la ley. La academia, su esencia, se encuentra en la construcción del conocimiento, proceso que es compartido por profesores y estudiantes y en el cual los obreros y empleados tienen funciones de facilitación diversas e importantes pero nunca indispensables. La universidad ni siquiera es, en última instancia, el espacio físico en que se lleva acabo la elaboración del conocimiento sino el proceso en sí.

Los argumentos esgrimidos para justificar el voto de los empleados y obreros son variados Pero no abundantes. Es usual que se pretenda equiparar la votación que se lleva acabo en las universidades con las efectuadas fuera de ellas. En las elecciones presidenciales votan profesionales, obreros, estudiantes, mendigos y funcionarios públicos en igualdad de condiciones pero también diferenciados por un único e ineludible criterio: el de ser ciudadanos. Hay habitantes del territorio nacional que son excluidos de dichas votaciones por no cumplir con dicho requisito. Igualmente pasa en las universidades sólo que en vez de llamar ciudadanos a los electores, se les llama universitarios.

Decir que existe exclusión por el hecho de hacer cumplir este requisito es equivalente a decir que existe exclusión cuando se le impide a un ciudadano extranjero votar en nuestras elecciones presidenciales. Igualmente es común escuchar que los empleados y obreros son afectados por las decisiones tomadas por el rector de turno y que, debido a esto, es necesario que su voz se escuche en las elecciones de autoridades. Quienes levantan la voz para hacerse eco del mencionado argumento olvidan que los empleados y obreros tienen autoridades sindicales que son electas por ellos para que sus peticiones lleguen a oídos de las autoridades universitarias. Son ellos, los dirigentes sindicales, quienes deben representar el papel para el cual se les designa. Son ellos, los dirigentes sindicales, quienes deben hacer la voz de los obreros y empleados así como son los representantes estudiantiles quienes deben hacer valer la voz de los estudiantes.

El resto de las motivaciones, y estas aún un tanto, no obedecen sino la práctica de un populismo que esconde en su seno intenciones distintas a querer reivindicar un derecho de excluidos sociales. Juegan con el sentimiento del pueblo y convierten sus esperanzas en instrumentos de manipulación.

No deja de ser interesante plantearse un escenario igual pero desde nuestra perspectiva: Los estudiantes, ya que nuestras actividades se ven afectadas por las decisiones que toman los obreros y empleados, y cansados de la exclusión fascista a la que nos hemos visto sometidos durante años, y en nombre del poder estudiantil popular: ¡Exigimos tener voto 1x1 en las elecciones de los sindicatos de obreros y empleados de la universidad!

--

Guillermo Useche Florez

octubre 24, 2007

Reforma constitucional a la Carta (II): Asamblea Nacional sin límites

"La Asamblea no tiene límites" (Cilia Flores)
La Presidenta de la Asamblea Nacional (AN) y sus colegas parecen haberse tomado en serio lo de la carencia de fronteras para su potestad de legislar. Nuevos artículos han sido agregados a la reforma, que ya pasó a ser mucho más que la suma de las partes propuestas por el presidente Hugo Chávez, y que nos lleva a reiterar nuestro convencimiento de que las modificaciones ameritan una Asamblea Nacional Constituyente.

Resulta bastante difícil hacerle seguimiento a las modificaciones propuestas por la AN, ya que los cambios no se actualizan al momento en el portal de la institución y, menos aún, han sido distribuidos al pueblo, lo cual lejos de ayudar positivamente, incrementa el problema de la desinformación. Las discusiones no han finalizado. Esto quiere decir que no tendremos siquiera dos meses para discutir los resultados. Justo en este momento que estás leyendo esto, probablemente esté incluyendo más modificaciones (van por 68 los artículos reformados)

Por los momentos acudiremos a la fuente más oficial, por lo que nuestras apreciaciones se basan en los informes que periódicamente se publican en la
página Web de la Asamblea Nacional. Específicamente al Informe para la Tercera Discusión.


Los nuevos artículos a reformar son tan o más polémicos que los de la propuesta original. Earle Herrera, ilustre ex profesor de la UCV y fundador del periódico "Letras", trajo a colación el tema de la autonomía universitaria, en el sentido de incluir a los trabajadores dentro del derecho a voto para elegir a las autoridades de la magna casa (Art. 109), además de darle el mismo peso a los votos estudiantiles, de trabajadores y de profesores en las elecciones internas.
De plano no rechazamos la propuesta, pero creemos que debería postergarse para una discusión más amplia sobre las universidades, que incluya a todos los que sufrimos y disfrutamos de la autonomía. Incluir a los trabajadores dentro de la comunidad universitaria, por sí sólo, no resuelve los grandes problemas que ha traído la politiquería dentro de la Universidad, y en eso, creemos que tanto los seguidores del Presidente como los que no simpatizan con él, están de acuerdo con nosotros. Hace falta más, y con la discusión de más personas. Y en todo caso, creemos que los académicos deberían tener algún tipo de prerrogativas.

Por otra parte, los diputados ahora podrán ejercer cargos públicos designados por el Presidente. Esto nos parece incongruente con la responsabilidad y dedicación que reclama la legislación en cualquier sistema del mundo. Y en este sentido, no nos tranquiliza que esto suceda o no en otros países. Nos parece que la función legislativa debe ser asumida a tiempo completo, con la seriedad e institucionalidad del caso. Es una cuestión de tomarse las responsabilidades a cabalidad. No entendemos, por ejemplo, para qué son necesarios diputados-ministros repartidos entre funciones legislativas y ejecutivas tan disímiles ¿Acaso no existen suficientes venezolanos honrados y capaces como para tener que usar a uno para dos cosas al mismo tiempo?


El artículo 98 que garantiza la propiedad intelectual fue mutilado. El segundo párrafo fue suprimido por lo que ahora el Estado (no el Presidente, no el gobierno, ojo, es el Estado) no reconoce ni protege la propiedad intelectual. "Mantuvimos el derecho de autor y de autora" señala Flores, y menos mal que aún existen algunos límites, pero el no reconocer la propiedad sobre ese derecho quita a los "autores y autoras" el poder de negociar sus creaciones. Al menos eso es lo que se vislumbra de la escueta nota de prensa de la página de la AN. Habrá que ver las consecuencias que trae esto a nivel internacional, aunque también se eliminó la obligatoriedad del Estado de suscribir los tratados internacionales "que atenten contra la soberanía de la República" (Art. 73) ¿A quién le vino a la mente la Carta Democrática Interamericana? Por el momento: Científicos, artistas, creadores criollos, ojo 'pelao'.

Finalmente fueron incluidos de nuevo los atributos de uso, goce y disposición de la propiedad privada en el artículo 115. Pero por el contrario, fue dado al Estado el poder de proteger el derecho a la vivienda por encima de cualquier medida judicial que restrinja la posesión de la misma "con la salvedad que establezca la ley y lo que las partes convengan" ¿Y por qué no mejor convocar al sector privado, a las instituciones competentes, y elaborar un gran plan nacional de construcción de viviendas? ¿O es que el petróleo no está a $ 90 por barril? ¿O el problema principal no es el déficit de viviendas? ¡Ah no! Es que el presupuesto del 2008 se hizo con cálculo de a $ 35 dólares el precio del barril. Así si que no dan las cuentas.


Por último, dejamos lo que nos parece más grave: se ha sugerido incluir en las garantías que pueden ser sujetas a suspensión en caso de un Estado de Excepción, el derecho a la información y el derecho al debido proceso (Art. 337). En castellano: en caso de que el gobierno decrete un Estado de Excepción (para el cual no hay límite de duración) y suspenda estas garantías, los medios de información quedarán mudos y cualquier cuerpo de seguridad puede apresar a quién quiera sin aviso y sin protesta. Y nosotros que pensábamos que la situación de abuso de los cuerpos de seguridad no podía empeorar. ¿Será que nuestros diputados se olvidaron de las cosas que sucedieron el 27de febrero de 1989? ¿Habrán olvidado, incluso, que muchos de ellos fueron quienes sufrieron las persecuciones, desapariciones y asesinatos en aquellos sucesos? Cosas del poder, suponemos. "Preservamos el derecho a la vida, a la no tortura, a la no incomunicación así como a la no desaparición forzosa" ha dicho Cilia Flores, magnánimamente. Sólo falta saber cómo es que se pueden garantizar estos derechos sin información y con varios uniformados con órdenes de "disparar primero y averiguar después", tal como aplicó Rómulo Betancourt contra la guerrilla de los 60's (de donde paradójicamente vienen muchos de los que hoy nos gobiernan). Quien no recuerda la historia, corre el riesgo de repetirla.


Ya varios funcionarios públicos se han pronunciado en contra de la reforma en este artículo en particular. El poder moral en pleno (Fiscal y Defensor del Pueblo) está en contra. Algunos diputados también. Lo triste es que, por lo menos el PCV, que es uno de los partidos que se oponen en este aparte (¡que bien!), han dicho que "sea como sea que quede la redacción de la Constitución, nosotros votaremos Sí" (¡que mal!). Esa NO es la vía. Nosotros seguiremos revisando la reforma, porque la opción es INFORMARSE y VOTAR según lo que cada uno de ustedes les dicte la RAZÓN, y no guiarse por directrices político-partidistas que tanto daño nos han hecho.

Las discusiones continúan y los cambios se siguen aprobando. Ayer hubo una marcha universitaria que una vez más muestra que no todos estamos de acuerdo con seguir adelante con la reforma tal como se está planteando, lo que no quiere decir que estemos a favor o en contra del gobierno. Pero la idea es discutir con la presencia y la participación del adversario, es la única manera de confrontar las ideas y ejecutar la famosa dialéctica de la que ya varias veces hemos hablado por acá. Discutir cambios de País, de Nación, de Estado frente a un auditorio favorable y de pensamiento único no va a traer muchas cosas buenas que digamos.

septiembre 26, 2007

Reforma constitucional a la carta. Cambios y re-cambios.

Humilde y breve opinión la que a continuación expresamos acerca de la reforma constitucional propuesta por el Presidente de la República. Tratamos, en lo posible, de recoger en un solo texto las diversas posturas individuales de quienes integramos el grupo, con respecto a este tema tan polémico como crucial para la vida del país.

Ante todo, debemos analizar los hechos de la manera menos procesada posible y quitarnos el filtro de los medios masivos que, como ya es costumbre, contribuyen mucho más a desinformar que a aclarar dudas e inquietudes. Es así como acudimos – y lo recomendamos- directamente al documento que leyó el Presidente, disponible en el portal Gobierno en Línea.

El documento es bastante extenso. La reforma abarca múltiples temas, los cuales en gran medida no han sido “publicitados” por los numerosos “análisis” de los medios de difusión. Existen posiciones diversas en torno a los puntos más polémicos del proyecto de reforma. Grosso modo, puede advertirse que el texto propuesto pretende dar rango constitucional a muchas de las políticas del gobierno actual. No obstante, se perciben vuelcos de 180º grados en aspectos que tienen que ver con el modelo económico y político del país, cuestión que, sumada a la iniciativa de extender por un año el período presidencial y darle carácter “continuo” a la reelección del cargo, da como resultado una reforma suficientemente profunda para cumplir los requisitos que convocarían a una Asamblea Nacional Constituyente.

Como no ofrecemos oráculos –lamentablemente no tenemos la habilidad-, desconocemos por qué el gobierno decidió emplear la figura de la reforma, en lugar de la Constituyente. No creemos que sea por miedo a una derrota electoral, como pregonan algunos sesudos de oposición (los antecedentes avalan que Chávez es, antes que nada, una máquina de ganar elecciones). Sin embargo, la ausencia de una Constituyente ha limitado seriamente el debate y el contraste de opiniones que debería dar origen a una nueva Carta Magna. Básicamente, nos está llegando directo de manos del promotor, con pocas intermediaciones, escasas críticas e ínfimas modificaciones.

La rapidez con la que se está adelantando la reforma constituye para nosotros un punto de atención. En primer lugar, varias de las propuestas quedan sujetas a su aclaratoria mediante alguna ley posterior que las regule (el diablo está en los detalles). Y una de las dudas, en este sentido, es que tanto a nivel constitucional como a nivel legislativo, las normas van a surgir de una sola corriente de pensamiento. Aunque esta corriente es mayoritaria, no es la única. De modo que el texto fundamental no reflejaría en términos reales al país, sino que vendría a institucionalizar, en cierta forma, las tensiones circunstanciales de la polarización. Es prudente, en este punto, reconocer la brecha que hay entre fundamentos y circunstancias.

El aporte histórico más hermoso de la izquierda es el desarrollo del pensamiento crítico. Nos preocupa que, pese a los numerosos matices existentes entre los partidarios del Presidente, pueda palparse una especie de tendencia a la homogeneización y a la neutralización de una antítesis que permita la consumación de la evolución dialéctica de las ideas. Sin la adecuada discusión y aporte por parte de todos los sectores del país, la reforma se percibe como una actitud arrogante de quien, sobradamente, se comporta como si no tuviera más nada que aprender del resto de la sociedad. En el momento en que dejamos de escuchar y aprender, empezamos a decaer y morir. En escuchar y aprender reside, justamente, la virtuosa humildad.

Como a quien no ve el bosque por estar pendiente de los árboles, la necesidad táctica de prevalecer en la batalla contra el enemigo de turno nos está haciendo perder de vista el fin estratégico de la lucha. Y esto vale tanto para los partidarios de la oposición como para los del gobierno. Por ejemplo, las observaciones a la reforma planteadas por Eleazar Díaz Rángel (votación por varios bloques temáticos, fusión del artículo vigente y el propuesto sobre la FAN, entre otras) no están siendo valoradas con la ponderación que ameritan. En cambio, recientemente leímos unas desalentadoras declaraciones del constitucionalista y diputado Carlos Escarrá, donde afirmaba que la discusión en el seno de la Asamblea se limitaría a lo propuesto por el mandatario, mientras que otras iniciativas serían “archivadas” para su posterior consideración.

La oposición, por su parte, nuevamente se ha quedado corta en su reacción. Su “crítica” se ha limitado a espacios cerrados y abiertamente a su favor, mientras que el gobierno ha llevado la discusión parlamentaria a los barrios (eso sí, también a su favor). Algunos opositores hicieron acto de presencia en esos actos de parlamentarismo de calle, pero quizá con fines menos sinceros que histriónicos. Cada quien está dedicado a convencer a los suyos. Lo que hace falta es convencer al otro. Lo evidente se difumina en la estridencia.

Como hemos dicho, la actuación de los medios es digna de una tragedia shakesperiana. El Universal, por ejemplo, últimamente se ha dedicado a titular con frases que estimulan el temor de las clases medias del país. Con amenazas sobre lo que puede pasarle “al apartamento de la playa” o a la “herencia de tus hijos” de aprobarse la reforma, cuando la mayor parte de la población ni siquiera tiene un apartamento, y está muy ocupada con los centavitos del día a día para sacar cuentas sobre una herencia etérea. Entretanto, los medios no consideran asuntos importantes como los concernientes a la institucionalización del Juez de Paz o al incremento del situado correspondiente a los municipios.

Por otra parte, la reducción de la jornada laboral debería suponer un logro, al colocar al país al mismo nivel de algunas naciones europeas desarrolladas. Pero entonces habría que investigar ¿Por qué Sarkozy quiere incrementar, mediante incentivos varios, las horas laborables? ¿Qué experiencia ha tenido Francia en este sentido? Desafortunadamente, tanto el proponente como los críticos escapan a estos detalles. ¿Venezuela, como país, está preparada para esa reducción? Los rumores sobre la exigencia de cumplir “horas de formación socialista” en el nuevo tiempo libre no se hicieron esperar. No comemos rumores, entorpecen la digestión. Lo que sí llama la atención es la razón de incluir este aspecto en la reforma cuando pudo haberse hecho fácilmente mediante decreto presidencial o reformando la Ley del Trabajo. ¿Un edulcorante, tal vez? ¿Al pueblo pan y circo?

Lo lamentable de este nuevo episodio en la vida política nacional, es que la reforma no se critique por sus verdaderos alcances o retrocesos, sino que su rechazo o aprobación se supediten al proponente. La reforma va, y muy posiblemente en bloque. Y ya estamos siendo nuevamente testigos de las discusiones kafkianas sobre votar o abstenerse. Nuestra posición: lee completamente el proyecto de reforma. Y discútelo, preferiblemente con alguien que no piense como tú. Ya basta de cámaras de resonancia. Si lo apruebas, y eres de oposición, vota sí. Si eres partidario del gobierno, y no te gusta, vota no. Tenemos que construir la democracia sobre propuestas, no sobre consignas.

Nos gustaría opinar acá sobre el papel de los estudiantes en esta coyuntura. Pero lamentablemente no hemos asistido a las sesiones de discusión que ha habido, y lo que hemos leído en las reseñas de los medios realmente deja mucho que desear, en la medida en que parece haber una suerte de paralelismo entre las agendas políticas (de gobierno y oposición) y las agendas de los estudiantes. Aunque, creemos, estos últimos son ciertamente más abiertos al debate y a escuchar las opiniones del contrario, pero no tan contundentes como para generar ruido. Por respeto a los compañeros, nos negamos a asumir como cierta la percepción de los medios, pues sería algo vergonzoso aceptar que el denominado “movimiento estudiantil” (pro y contra) se reduce a las imágenes de Globovisión y VTV. De modo que agradecemos que alguien que haya participado en estas discusiones lo comente aquí en el blog.

En definitiva, creemos que la discusión y la participación son las pesadas anclas de la democracia. En ese sentido, atados al pensamiento crítico con las amarras de la inteligencia, hay que adaptarse –activamente, por supuesto- al nuevo país que se avecina. El Presidente Chávez se ha adaptado al país y a sus momentos, lo ha seducido, lo ha tomado por las riendas y, desde adentro, lo ha venido transformando; todo por la vía del voto. Buen ejemplo de proyección y constancia estratégica ¿no?

PD: Seguiremos desarrollando estas ideas, “reforma en mano”. Esperamos sus aportes. Saludos.