Manifiesto Promedio

1. Estado, nación, gobierno, partido de gobierno y sociedad deben ser entidades separadas y claramente delimitadas.

2. La Universidad es una institución al servicio de la nación y, por tanto, una comunidad independiente de los intereses del gobierno.


3. En ese sentido, la autonomía universitaria es imprescindible, entendida como la libertad que permite a las casas de estudio el ejercicio de sus funciones como tales, en conexión permanente con los requerimientos que el desarrollo nacional reclama.


4. La Universidad se nutre de la diversidad y el debate ideológico y académico.


5. Una de las funciones esenciales del Estado democrático es garantizar el respeto a las opiniones e inquietudes de las minorías.


6. Las organizaciones sociales y políticas que agrupan a los seguidores del presidente Chávez constituyen una mayoría en el actual contexto nacional.


7. Esto concede al gobierno la potestad de implementar las políticas que considere adecuadas en pos del desarrollo del país.


8. Sin embargo, cualquier proyecto que promueva cambios estructurales en el modelo sociopolítico venezolano no puede desarrollarse a través de la exclusión de amplios sectores de la población.


9. La dictadura de las mayorías es tan deleznable como cualquier otra dictadura: un sistema esencialmente rígido, vertical e injusto.


10. Los errores del pasado no pueden servir como excusa para justificar las equivocaciones del presente.


11. El deber del Estado no es decidir por los ciudadanos sino otorgarle las herramientas para que desarrollen su propia capacidad crítica de discernimiento.


12. La discusión actual no debe girar en torno de derechas e izquierdas, que sólo son etiquetas que poco contribuyen a estimular el debate.


13. El debate se debe generar en función de la justicia y la equidad como valores universales que no están adscritos a ninguna ideología particular, y a los que debe aspirar cualquier sociedad.


14. La verdadera meritocracia no es una consigna política vacía, sino una forma de justicia social, que permite que los más capacitados trabajen en pos de las grandes mayorías necesitadas y el bienestar social.


15. El diálogo permite el enriquecimiento de las ideas.


16. La polarización permite que aflore lo peor de cada uno de los sectores en pugna.


17. Los que gritan más duro no necesariamente son quienes tienen la razón.


18. Dialogar con el adversario es un acto valiente y constructivo.


19. Los cobardes suelen rechazar el diálogo para escudar sus propias carencias y temores.


20. El monólogo es una manera irreflexiva e irresponsable de huir del deber de justificarse con argumentos y no con consignas.


21. Las ideas deben combatirse con argumentos, no descalificando a priori a quien las emite.


22. La libertad es una condición humana inalienable, en todas sus variantes: de pensamiento, de opinión, de culto, de expresión y de prensa.


23. El periodismo es un servicio público. Para que sea eficiente exige constante autocrítica.


24. El acceso a las fuentes oficiales es fundamental para un periodismo ponderado y condición sine qua non para el ejercicio pleno y bilateral que supone el derecho a la información.


25. Se puede hacer periodismo sobre la política, pero no desde la política.


26. El periodismo está llamado a ser una trinchera para fiscalizar el poder y no una tribuna para ejercerlo.


27. El oficio periodístico no puede arrodillarse ante el poder. Debe cumplir con el sagrado propósito de ser la voz de los que no tienen voz.


28. La libertad de expresión no es una carta blanca para denigrar al adversario.


29.Es un derecho esencialmente democrático que nace de la comunicación libre y plural de las ideas, que exige responsabilidad y reclama respeto, y que se cristaliza en la tolerancia.


30. Lo importante no es salir en televisión ni pasar a las páginas de la historia: el trabajo más esencial es aquel que se realiza con sencillez, sin magnos epítetos, y a la luz de la cotidianidad.