El próximo domingo 02 de diciembre de 2007, los venezolanos debemos acudir a los centros de votación para expresar nuestra opinión sobre el proyecto de reforma constitucional propuesto por el Presidente de la República y la Asamblea Nacional. En esta coyuntura crítica para el futuro del país, ProMedio considera pertinente compartir con ustedes algunas reflexiones de última hora, previas al acto refrendario.
La importancia del mismo no está en discusión. Para el Presidente de la República y sus simpatizantes, el proyecto de reforma constitucional es clave para lograr el tránsito hacia un Estado socialista, que profundice la participación activa de las comunidades populares organizadas en la gestión de los asuntos públicos y la solución de sus principales problemas. Es una etapa más dentro del proceso revolucionario iniciado en 1998, y cuya consolidación sería imposible sin establecer el Estado de derecho socialista determinado por la propuesta presidencial.
Para los sectores de oposición, la aprobación del proyecto de reforma constitucional marcaría la instauración de un Estado autocrático, que limitaría las libertades civiles y, lejos de profundizar la participación popular, concentraría el poder en la figura del Ejecutivo. Cabe destacar la presencia en este sector adverso a la propuesta de actores políticos disidentes del movimiento liderado por el Presidente de la República, como el partido PODEMOS y el Gral. (r) Raúl Isaías Baduel.
En último caso, todos los actores de la vida política nacional coinciden en su percepción de que el referendo constitucional marcará un hito en la historia del país. La aprobación de la propuesta signaría el paso a un nuevo tipo de Estado, con el consiguiente cambio estructural en el modelo político, social y económico de la nación. Su rechazo por parte de la población representaría el primer revés electoral para el Presidente de la República, y obligaría a realizar un nuevo examen del panorama político nacional y las aspiraciones de los venezolanos.
ProMedio ha realizado un esfuerzo por examinar y analizar detalladamente la propuesta de reforma constitucional y elucubrar nuestras percepciones sobre el particular. Pueden leerlas aquí . No somos nosotros quiénes debemos juzgar la calidad o pertinencia de este esfuerzo, sino nuestros lectores y compañeros de discusión.
Sin embargo, en esta cuenta regresiva, queremos reafirmar nuestra posición de fondo más firme sobre el referendo constitucional del 02 de diciembre: todos los venezolanos deben leer detenidamente el proyecto de reforma, discutirlo, construir con ideas razonadas su propia opinión sobre el mismo y el cambio que representa para el país.
Debemos acudir a votar por la opción que creemos más adecuada, sin importar cuál sea. Pero sin pasiones, sin odio, sin arrebatos sentimentales propios de la polarización: debemos votar con nuestra innata capacidad de discernimiento, el más hermoso rasgo definitorio de la condición humana.
No importa cuál sea el modelo de país que admiran o prefieren, ni la tendencia política a la que se adscriban. Si hacemos uso de nuestro derecho al voto, de una forma responsable, madura, pacífica y razonada, habremos fortalecido a la democracia y habremos puesto nuestro grano de arena en la construcción de un mejor futuro, con un país más unido, donde las diferencias políticas puedan ser resueltas y dirimidas en un clima de respeto, y todos puedan aportar lo mejor de sí mismos para el bien común y en pos de los sectores más necesitados de la sociedad.
En nuestras manos está que el 02 de diciembre de 2007 pase a la historia como el día en que Venezuela alcanzó la mayoría de edad política. Saludos, y nos vemos en las urnas.
La importancia del mismo no está en discusión. Para el Presidente de la República y sus simpatizantes, el proyecto de reforma constitucional es clave para lograr el tránsito hacia un Estado socialista, que profundice la participación activa de las comunidades populares organizadas en la gestión de los asuntos públicos y la solución de sus principales problemas. Es una etapa más dentro del proceso revolucionario iniciado en 1998, y cuya consolidación sería imposible sin establecer el Estado de derecho socialista determinado por la propuesta presidencial.
Para los sectores de oposición, la aprobación del proyecto de reforma constitucional marcaría la instauración de un Estado autocrático, que limitaría las libertades civiles y, lejos de profundizar la participación popular, concentraría el poder en la figura del Ejecutivo. Cabe destacar la presencia en este sector adverso a la propuesta de actores políticos disidentes del movimiento liderado por el Presidente de la República, como el partido PODEMOS y el Gral. (r) Raúl Isaías Baduel.
En último caso, todos los actores de la vida política nacional coinciden en su percepción de que el referendo constitucional marcará un hito en la historia del país. La aprobación de la propuesta signaría el paso a un nuevo tipo de Estado, con el consiguiente cambio estructural en el modelo político, social y económico de la nación. Su rechazo por parte de la población representaría el primer revés electoral para el Presidente de la República, y obligaría a realizar un nuevo examen del panorama político nacional y las aspiraciones de los venezolanos.
ProMedio ha realizado un esfuerzo por examinar y analizar detalladamente la propuesta de reforma constitucional y elucubrar nuestras percepciones sobre el particular. Pueden leerlas aquí . No somos nosotros quiénes debemos juzgar la calidad o pertinencia de este esfuerzo, sino nuestros lectores y compañeros de discusión.
Sin embargo, en esta cuenta regresiva, queremos reafirmar nuestra posición de fondo más firme sobre el referendo constitucional del 02 de diciembre: todos los venezolanos deben leer detenidamente el proyecto de reforma, discutirlo, construir con ideas razonadas su propia opinión sobre el mismo y el cambio que representa para el país.
Debemos acudir a votar por la opción que creemos más adecuada, sin importar cuál sea. Pero sin pasiones, sin odio, sin arrebatos sentimentales propios de la polarización: debemos votar con nuestra innata capacidad de discernimiento, el más hermoso rasgo definitorio de la condición humana.
No importa cuál sea el modelo de país que admiran o prefieren, ni la tendencia política a la que se adscriban. Si hacemos uso de nuestro derecho al voto, de una forma responsable, madura, pacífica y razonada, habremos fortalecido a la democracia y habremos puesto nuestro grano de arena en la construcción de un mejor futuro, con un país más unido, donde las diferencias políticas puedan ser resueltas y dirimidas en un clima de respeto, y todos puedan aportar lo mejor de sí mismos para el bien común y en pos de los sectores más necesitados de la sociedad.
En nuestras manos está que el 02 de diciembre de 2007 pase a la historia como el día en que Venezuela alcanzó la mayoría de edad política. Saludos, y nos vemos en las urnas.