A continuación les presentamos un texto de Elías Darío Paz, colaborador que repite con un texto enviado al mail del Blog. En esta oportunidad, Elías nos trae una reflexión sobre uno de los valores más usados, para bien o para mal, en el ámbito democrático: Las Mayorías. Envía tú también tu texto y con mucho gusto lo publicaremos en ProMedio.
Así como días atrás un misterioso palo de agua inundó gran parte de Caracas durante 20 minutos, y los ciudadanos nos quedamos extrañados y agradados, muchos nos hemos quedado gratamente sorprendidos con el crecimiento cuantitativo, en los últimos meses, de un grupo del pueblo venezolano. Caracterizados por su sensatez, los NiNi se han incrementado hasta un 60% aproximadamente.
Según el último estudio de la encuestadora Hiterlaces, 6 de cada 10 venezolanos piensan que las cosas en el país no van bien. Si esto le sumamos la cifra de otras fuentes estadísticas que señalan que aproximadamente 6 de cada 10 venezolanos se declaran NiNi, podríamos arriesgarnos a decir que al menos 60 % de los venezolanos están comenzando a reflexionar sobre el curso que están tomando las cosas en el escenario político y social. Dios mío ¡¿Qué está pasando?!
Días atrás el gobernador del Estado Lara, Henry Falcón tomó la decisión de dejar el Partido Socialista Unido de Venezuela para formar parte del partido Patria Para Todos. Una decisión que en cualquier país democrático del mundo sería vista sólo con curiosidad por propios y extraños, en Venezuela ha sido objeto de muchas críticas. Un grupo minúsculo de políticos radicales vieron esta medida, o bien con escepticismo o bien con una actitud de rechazo directo.
Desde los sectores más radicales de los seguidores del gobierno del Presidente Chávez acusaron a Falcón de traidor, de salto de talanquera, de vendido. Desde los sectores más radicales de la oposición muchos etiquetaron a Falcón como un segundo Arias Cárdenas que, después de ser un “presunto” opositor al presidente Chávez se convirtió al poco tiempo en parte de su equipo de gobierno.
No obstante, el 60 % (y yo creo que son mas) de venezolanos que ya no se dejan llevar por esos vientos radicales y maniqueos que excluyen al “otro” como si no existiera, o peor aún, como si fuera el enemigo a exterminar, seguro verán la decisión de Falcón como sensata. Y es que ¿por qué una persona no puede disentir de algunas líneas del partido de gobierno y decidir militar en las filas de otro partido que simpatiza con el chavismo sólo en algunos puntos? Ó, visto desde otra perspectiva ¿es que acaso una persona que sale del PSUV tiene necesariamente que pasar a las filas de un partido opositor para que su argumento sea consecuentemente lógico?
En mi opinión, el término NiNi es descalificativo porque se reduce a una etiqueta medio ridícula algo que realmente encierra reflexión y complejidad. Para los y las NiNi no existen los postulados dicotómicos ni los discursos maniqueos. Para ellos los cromatismos de la vida, la diversidad de opiniones, la intersubjetividad y la posibilidad de conciliar posturas diversas y hasta contradictorias son posibles. Se parte de la complementariedad de ideas y no de la incuestionabilidad de una verdad.
El 2 de diciembre de 2009, fuimos testigos de una frase realmente preocupante para cualquier venezolano sensato. El Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, señaló en una declaración a los medios de información que actualmente en Venezuela no existe reconciliación posible entre los venezolanos que lo respaldan y los venezolanos que lo adversan. Pero lo que está a la vista no necesita anteojos. El propio Henry Falcón señaló acertadamente que “hoy en día 90 % de la población pide a gritos diálogo”. Pero esta frase y su decisión jamás podrán ser entendidas por personas que no pueden ver la vida sino en blanco y negro.
Ese 60% de ciudadanos venezolanos, que no se sienten identificados ni con un sector ni con otro del panorama político del país, habla muy bien de nuestro talante democrático. El dedo del Presidente de la República en el PSUV y los dedos de los Partidos en la Oposición están haciendo aguas ante la avalancha creciente de nuevos sectores que desean participar en la toma de decisiones, en la postulación a cargos y en la generación de propuestas.
Sin embargo, sólo la opinión y la disidencia no son suficientes. Es necesario iniciar campañas activas, ocupar espacios políticos, institucionales, sociales y mediáticos de una manera responsable y decidida. Aunque los radicales son menos, su impacto mediático es aún enorme. Sólo en la medida en que se diseñen estrategias efectivas para hacer llegar este mensaje a la población - que sin lugar a dudas es mayoritario en la Venezuela de hoy - podremos hacer que ese sentimiento plural, conciliador y dialogante se traduzca en hechos, en acciones, en desarrollo y en paz para el país.
Elías Darío Paz
Según el último estudio de la encuestadora Hiterlaces, 6 de cada 10 venezolanos piensan que las cosas en el país no van bien. Si esto le sumamos la cifra de otras fuentes estadísticas que señalan que aproximadamente 6 de cada 10 venezolanos se declaran NiNi, podríamos arriesgarnos a decir que al menos 60 % de los venezolanos están comenzando a reflexionar sobre el curso que están tomando las cosas en el escenario político y social. Dios mío ¡¿Qué está pasando?!
Días atrás el gobernador del Estado Lara, Henry Falcón tomó la decisión de dejar el Partido Socialista Unido de Venezuela para formar parte del partido Patria Para Todos. Una decisión que en cualquier país democrático del mundo sería vista sólo con curiosidad por propios y extraños, en Venezuela ha sido objeto de muchas críticas. Un grupo minúsculo de políticos radicales vieron esta medida, o bien con escepticismo o bien con una actitud de rechazo directo.
Desde los sectores más radicales de los seguidores del gobierno del Presidente Chávez acusaron a Falcón de traidor, de salto de talanquera, de vendido. Desde los sectores más radicales de la oposición muchos etiquetaron a Falcón como un segundo Arias Cárdenas que, después de ser un “presunto” opositor al presidente Chávez se convirtió al poco tiempo en parte de su equipo de gobierno.
No obstante, el 60 % (y yo creo que son mas) de venezolanos que ya no se dejan llevar por esos vientos radicales y maniqueos que excluyen al “otro” como si no existiera, o peor aún, como si fuera el enemigo a exterminar, seguro verán la decisión de Falcón como sensata. Y es que ¿por qué una persona no puede disentir de algunas líneas del partido de gobierno y decidir militar en las filas de otro partido que simpatiza con el chavismo sólo en algunos puntos? Ó, visto desde otra perspectiva ¿es que acaso una persona que sale del PSUV tiene necesariamente que pasar a las filas de un partido opositor para que su argumento sea consecuentemente lógico?
En mi opinión, el término NiNi es descalificativo porque se reduce a una etiqueta medio ridícula algo que realmente encierra reflexión y complejidad. Para los y las NiNi no existen los postulados dicotómicos ni los discursos maniqueos. Para ellos los cromatismos de la vida, la diversidad de opiniones, la intersubjetividad y la posibilidad de conciliar posturas diversas y hasta contradictorias son posibles. Se parte de la complementariedad de ideas y no de la incuestionabilidad de una verdad.
El 2 de diciembre de 2009, fuimos testigos de una frase realmente preocupante para cualquier venezolano sensato. El Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, señaló en una declaración a los medios de información que actualmente en Venezuela no existe reconciliación posible entre los venezolanos que lo respaldan y los venezolanos que lo adversan. Pero lo que está a la vista no necesita anteojos. El propio Henry Falcón señaló acertadamente que “hoy en día 90 % de la población pide a gritos diálogo”. Pero esta frase y su decisión jamás podrán ser entendidas por personas que no pueden ver la vida sino en blanco y negro.
Ese 60% de ciudadanos venezolanos, que no se sienten identificados ni con un sector ni con otro del panorama político del país, habla muy bien de nuestro talante democrático. El dedo del Presidente de la República en el PSUV y los dedos de los Partidos en la Oposición están haciendo aguas ante la avalancha creciente de nuevos sectores que desean participar en la toma de decisiones, en la postulación a cargos y en la generación de propuestas.
Sin embargo, sólo la opinión y la disidencia no son suficientes. Es necesario iniciar campañas activas, ocupar espacios políticos, institucionales, sociales y mediáticos de una manera responsable y decidida. Aunque los radicales son menos, su impacto mediático es aún enorme. Sólo en la medida en que se diseñen estrategias efectivas para hacer llegar este mensaje a la población - que sin lugar a dudas es mayoritario en la Venezuela de hoy - podremos hacer que ese sentimiento plural, conciliador y dialogante se traduzca en hechos, en acciones, en desarrollo y en paz para el país.
Elías Darío Paz
2 comentarios:
Acertadísimo, como todo lo que se publica en ProMedio. Creo que el impacto mediático de los radicales es muy grande porque los principales medios masivos están en manos de extremistas pero eso no debe desanimarnos, Internet es una herramienta poderosísima y el éxito de iniciativas como ProMedio son prueba de ello.
¿y tu qué piensas?
Estimado Carlos:
Un saludo. Gracias por participar. Muy acertado el destacar que los "grandes" medios venezolanos (o al menos los de mayor alcance y recursos) tienden a expresar mayormente la posición de los sectores más radicales y negados al diálogo.
Al respecto, resaltamos algunos puntos de nuestro Manifiesto:
15. El diálogo permite el enriquecimiento de las ideas.
16. La polarización permite que aflore lo peor de cada uno de los sectores en pugna.
17. Los que gritan más duro no necesariamente son quienes tienen la razón.
18. Dialogar con el adversario es un acto valiente y constructivo.
19. Los cobardes suelen rechazar el diálogo para escudar sus propias carencias y temores.
La idea es incrementar el diálogo y la discusión para la creación de espacios de tolerancia, por lo cual esperamos mantener el contacto contigo y otras personas de pensamiento similar.
Saludos y que estés bien.
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