septiembre 22, 2010

Agenda Parlamentaria 2011-2015 de la MUD: Ni tan sorda, ni tan MUDa

Y resulta que sí, que la MUD sí tenía propuestas. No solo la que analizamos hace poco -que es un boceto de proyecto de gobierno-, sino que hasta Agenda Parlamentaria te tienen. Calladito se lo tenían. Quizás demasiado, pensamos por acá. Pero el asunto es que existe y, con suerte, debe haberle llegado a su hogar este fin de semana encartado en la prensa, y si no, puede usted ingresar en la página Web de la Unidad y descargarla.

Nosotros lo hicimos, y lo que encontramos a primera vista nos agradó. Consideramos que es perfectible pero no le sobra nada. Empieza con una especie de declaración de principios que deja buen sabor, porque reivindica el carácter ciudadano de la democracia, sobre la cual se dice lo siguiente: “... debe ser una forma de organización de la sociedad que permite autotransformarse y propiciar ciudadanos libres, autónomos y responsables”.

Tolerancia, diversidad, pluralismo y ciudadanía son palabras recurrentes en los primeros párrafos de la Agenda. Sin embargo, hay algo de triunfalismo también en estos primeros párrafos. Tal vez por la necesidad de crear una alarma en los votantes, la MUD condiciona su Agenda a ganar la mayoría parlamentaria: “El triunfo de los sectores democráticos en dichas elecciones parlamentarias tendrá un significado trascendente...”, dicen.

La MUD reclama una Asamblea Nacional al servicio de la sociedad, y aunque obvian el mea culpa por el abandono que protagonizaron en 2005 y que permitió la configuración de la AN que hemos soportado hasta hoy, no dudan en esgrimir, casi en tono amenazante, lo que son sus tópicos más importantes una vez estén en el Parlamento: revisión de leyes aprobadas por la actual AN, rescate de la descentralización y amnistía para los presos políticos. Prioridades que vemos un poco egoístas, porque llegan a solapar otras quejas de la sociedad como la inseguridad y la inflación que, aunque son nombradas en el documento, llegan a lucir como aspectos “segundones” dado el énfasis puesto en los tres puntos nombrados anteriormente.

Para “cambiar la cultura política del país”, la MUD propone cinco puntos fundamentales. A saber:

  1. Hacer de la AN un foro democrático para el debate, el diálogo y el consenso. En este punto, tímidamente hacen referencia indirecta a lo que hoy conocemos como Parlamentarismo de calle.
  2. Hacer de la AN un ente fiscalizador y contralor de la Administración Pública. Dónde por momentos pareciera que propusieran tomar atribuciones de la Fiscalía y de la Contraloría, aunque hacen referencia a la “complementariedad de los poderes públicos”.
  3. Hacer de la AN una institución auspiciadora y defensora de los derechos sociales. Acá se hace referencia, tal vez con un tono ligeramente demagógico, a la acción parlamentaria orientada a “mejorar” la calidad de vida, la educación, la salud, la vivienda, la seguridad social y personal y otras promesas electorales a las que ya estamos acostumbrados. Se habla de “reducir el clima de violencia”, y vemos esto como positivo en tanto tiene como punto de partida un diagnóstico: vivimos en un entorno lleno de violencia.
  4. Hacer de la AN un centro para el impulso y la defensa de los derechos políticos. En este apartado se propone, de nuevo, una ley de amnistía general para los presos políticos. También se habla de la garantía de las libertades de expresión e información y se asoma una posible ampliación de los derechos políticos de la gente, haciendo un guiño medio tímido al tema del Poder Popular. Además, se menciona la repotenciación del Poder Ciudadano.
  5. Hacer de la AN un órgano que apuntale la transformación del Estado. En este punto, la MUD incluye los temas de la descentralización y el manejo de los dineros públicos, mencionando no sólo el aspecto internacional, sino también la corrupción interna. Aquí es donde se hace oficial que la oposición adopta, sin guabineos, la Constitución Bolivariana como norte para crear un Estado incluyente. Importante es también la mención que el texto hace sobre el excesivo militarismo en el que estamos inmersos hoy en día, planteando devolver a la Fuerza Armada su carácter apartidista (que no apolítico). En ProMedio pensamos que ese es uno de los grandes problemas que tenemos en el presente, y juzgamos sano que en el futuro exista una frontera más clara entre lo militar y lo civil.


Una vez planteados los cinco puntos anteriores, el documento se dispone a enumerar una serie de leyes que se propondrían de parte del bloque político que surja de los escaños logrados por la MUD. No vamos a nombrar todas las propuestas (son 22, entre nuevas leyes y reformas de leyes ya existentes), sino que daremos nuestra impresión general y nos detendremos en aquellas que más nos llaman la atención.


Insistimos en que al leer el documento, incluyendo la enumeración de propuestas de ley, se nota una excesiva importancia al tema de los presos políticos. No es que creamos que no sea un tema importante, pero ciertamente sabemos, y los estudios de opinión así lo han dicho, que ese no es el tema principal que aqueja a la ciudadanía; de hecho, la ley que se refiere a la inseguridad, es relegada a puestos muy por debajo de las 10 primeras propuestas. Pareciera, pues, que los temas que más interesa a la MUD para plantear en la nueva AN son: presos políticos, descentralización, persecución política, manejo de dineros públicos, propiedad privada y reforma de leyes polémicas como la Ley RESORTE o la LOE.

Todavía notamos muy tímidos a los sectores opositores en algunos de los temas que el chavismo ha puesto sobre el tapete con elevada importancia: Poder Popular, Comunas, Consejos Comunales y todo aquello que signifique participación protagónica del pueblo y de los ciudadanos de a pie en los asuntos políticos. Se menciona apenas una “revisión” de la Ley de Consejos Comunales para garantizar su autonomía (esto está muy bien). Pensamos que debió haber más énfasis en estos temas.

Por otra parte, hay propuestas concretas en torno a temas que tradicionalmente han sido bandera de lucha de movimientos progresistas: igualdad de género, protección obrera y sindical, empleo, seguridad social, sin embargo vemos un vacío en propuestas más atrevidas. No leemos nada sobre derechos de la comunidad GLBTI, o sobre temas como el aborto y la legalización de drogas suaves. En ese sentido, son bastante tradicionales las propuestas de nuestros candidatos de oposición. Pensamos que ese terreno, que ha sido abandonado por el discurso pretendidamente “progresista” de los sectores pro-Gobierno, es un terreno que bien se pudiera tomar como propio para configurar una oposición no tan acartonada como a la que estamos acostumbrados.

Hay tres propuestas que nos agradan. La número 4 habla de un “Código Nacional de Convivencia”, que hace referencia indirecta al tema de los jueces de paz (que vienen siendo una especie de versión opositora del asunto comunal), que darían forma a un régimen de sanciones de delitos menores ejecutadas “barrio adentro” y no con carácter penal sino social (el trabajo comunitario como sanción). La segunda es la propuesta de un proyecto de ley de “Protección al ciudadano de exceso de requisitos y trámites administrativos” (¡CADIVI, Dios!) y finalmente el ofrecimiento de revisar la actual Ley de Conscripción y Alistamiento Militar, tema que pasó muy por debajo de la mesa (no de la Mesa) y que nos parece que reviste importancia, en tanto que la nueva ley incluye temas como la obligatoriedad de los patronos de solicitar la inscripción militar a los nuevos ingresos, so pena de multas elevadas y otras sanciones, o el derecho a las autoridades de pedir la tristemente célebre libreta militar a cualquier ciudadano, estableciendo también sanciones y multas al que no la tenga (¿Y el derecho al trabajo? ¿Y el derecho a la libre circulación? ¿Y el derecho a no inscribirnos en ningún listado militar porque simplemente no nos da la gana?)

En líneas generales, y asumiendo que la enumeración de las propuestas tiene la intención de priorizar las mismas en la Agenda Parlamentaria de Oposición, nosotros hubiésemos puesto casi perfectamente al revés dichas prioridades, sin embargo allí están. Además, están disponibles, han sido distribuidas entre los ciudadanos (tal vez no de manera muy eficiente, pero se he hecho) y es una gran manera de responder a las matrices de opinión que dictan que la oposición carece de propuestas concretas, pues si bien eso pudo ser cierto en algún momento, la realidad actual parece distinta.

Cabe destacar que en ninguna parte del documento se habla de socialismo, capitalismo, derecha o izquierda. Mucho menos se habla de “frenar el comunismo”. Pareciera que el redactor de la Agenda Parlamentaria no es el mismo Redactor Creativo de las campañas de algunos candidatos opositores.

El documento cierra con un reconocimiento a los sectores independientes como fuerza de opinión y ejecución necesaria para lograr una sociedad incluyente. Queremos ver la materialización de ese reconocimiento en la actividad parlamentaria de los diputados opositores que logren alcanzar escaños en la nueva Asamblea Nacional, a definir el próximo domingo.

No lo olviden, nuestro lema “Infórmate y Vota” no es simple discurso. Hemos dedicado todo este mes a contribuir con el flujo de la información, dándoles temas de conversación que a veces los grandes medios olvidan (u obvian) mencionar. En cuanto el voto, la responsabilidad recae sobre ustedes, queridos (e)lectores.

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